La cocina ha sido, sin duda, una de las actividades estrellas del confinamiento hogareño.
Todos aquellos que normalmente no incursionan en los fogones han encontrado en el tiempo libre, pero sobre todo en el hambre y en las ganas de saborear manjares nuevos, una excusa para experimentar, batir, hornear, improvisar en la repostería, en el “slow cooking” y en las “fast foods” de entre casa. A veces con éxito y muchas con algo de frustración.
En las grandes ciudades muchos restaurantes de prestigio han encontrado en la entrega a domicilio de platos muy personales y exóticos una solución: tanto para mantener vivo su negocio, como para aquellos que lo disfrutan sentados en su terraza, frente al televisor o diseñando un escenario propio de una noche fuera, con velas, carta impresa que emula al restaurante de turno y algun hijo que hace las veces de camarero para entretenerse y entretenerlo.
Pero qué pasa en Sotogrande con la tentación de comer en casa comidas preparadas por otros, es lo que se preguntan todos aquellos que han descubierto una vez más que la cocina no es para ellos, que siempre falta un ingrediente, que después de cocinar hay que limpiar, o que cocinar para una sola persona es más caro que comprar comida hecha... Pues para ellos hay buenas noticias.
El sushi encabeza la lista de la comida que es posible ordenar desde casa. Con dos opciones que la mayoría deben haber probado antes de que nos tuviéramos que encerrar en casa y que ahora sigue viva y más vigente que nunca porque propone un plan interesante y que se aparta de cualquier comida que podamos preparar nosotros mismos.
El RESTAURANTE MONCAYO, con su Chef, Jimmy González, entrega a domicilio comida japonesa, en particular, sushi, con la excelencia que normalmente ofrece en su restaurante de Pueblo Nuevo: Tempura, sopas, ensaladas y rolls en una oferta extensa y tentadora. Una segunda opción de pedir sushi, más informal, es la de AKI SUSHI que normalmente lo sirve en su restaurante de Torreguadiaro y Algeciras y ahora lo envía a casa. Cuando estamos rodeados de jóvenes y adolescentes esta opción es óptima por lo accesible. Si lo que se busca es comer una pizza que no salga del congelador o que no haya que amasar, están a nuestro alcance las de EL FOGÓN con muchas posibilidades que van desde la tradicional Margarita, a una especial con roquefort y dátil. Esta opción de restaurante también ofrece hamburguesas “completisimas” y baguettes tibias.
DON DIEGO, que normalmente nos invita a degustar su cocina fusión japonesa-peruana, sentados frente a los barcos que circulan la Marina, también se suma a los que nos traen su carta a casa: woks, carne, pescado y comida apta para veganos y vegetarianos llega a nuestra puerta para complacer sentidos como la vista y el olfato.
HONOLOULOU POKÉ & JUICE, nos tienta con sus “POKÉ” una ensalada de pescado crudo servida como aperitivo o plato principal en la cocina hawaiana. Saludable y colorida como sus jugos: Orange, green y purple que son pura energía y que llegan a casa sin que se evapore un solo nutriente. Y la opción dulce también existe: para un cumpleaños, una tentación, una merienda o como regalo para sorprender a alguien que celebra solo.
LAS TARTAS DE MARIANA entrega sus tartas de siempre que podemos elegir desde su página web. Dulces de todo tipo, tartas decoradas para diferentes ocasiones y desayunos y cajas con dulces artesanales para regalar.
La empresa DELIVER EAT, entrega todas estas opciones a domicilio y también se encarga de llevar hasta las casas la compra de comida ecológica de la tienda CALMA, especializada en comida vegana y vegetariana, panes artesanales y cestas de verdura ecológica. No estamos solos. Tampoco desprovistos de posibilidades de disfrutar lo de siempre, puertas adentro.