¿IMPOSIBLE?

10 Jun 20    Male Retes

¿IMPOSIBLE? Image

Y aquí tratando de volver a la normalidad, a la nueva, que si es nueva, no es la que conocíamos y por lo tanto no es normal.

¿Qué puede llamarse normal de todo esto que nos ha pasado, si lo contaremos en muchos años como un temblor que cambió nuestra vida y la forma en que la entendíamos, para siempre?

¿Es qué hay algo de todo esto que sea normal? ¿Nos parece normal caminar por las calles con mascarillas o saludarnos chocando los codos?

Si lo normal en el verano español sería ver playas colmadas de gente, discotecas a tope, restaurantes atestados, terrazas sin mesas libres, centros

comerciales a rebozar y mercadillos en los que el éxito se mediría por el tiempo que se tarda en avanzar. Si en España, NORMAL sería darse dos besos y un abrazo, y volver a abrazarse y caminar en grupos numerosos por las calles y hacer “botellones” que terminarían con un abrazo.

Pero la vida ha cambiado y nuestra normalidad también, para defender el más normal de nuestros gestos que es respirar y estar vivos.

“Imposible” fue el término que utilizó el Alcalde de San Roque para referirse a la posibilidad de controlar el número de personas que concurran a las playas en este verano; y ¿cómo discutirlo? cuando seguramente controlar lo que pasa en los 15 km de playa que bordean este municipio no sea una posibilidad.

Imposible es que nos controlen, pero es posible controlarnos a nosotros mismos. Posible, es que sepamos cuales son los gestos que compatibilizan con la seguridad de todos y los cumplamos con la rutina y normalidad con que ejercíamos los de antes.

Es posible elegir la playa a la que vamos y los horarios en los que no somos tantos los que la elegimos, es posible ir a la playa con pocas cosas para caminar por la del Guadalquitón hasta donde estemos casi solos, es posible innovar visitando calas que no conocíamos y coger el coche para visitar las enormes playas de Tarifa o Conil. Posible es ir con niños pequeños a la playa más temprano, para volver a comer un poco antes y disfrutar del sol inocuo de las primeras horas.

Posible es alternar los días que salimos a cenar y organizar cenas en casa con amigos, sin besos y sin abrazos pero con charlas interminables y distancia de seguridad.

Posible es también explicar a nuestros adolescentes la importancia de cuidarse, sin miedos, sin extremos, sin exageraciones y con cautela; que sepan que el aforo es limitado en todas partes aunque nadie lo limite: limitado por nuestro sentido común, ese que nos hizo permanecer en casa mucho tiempo y ahora nos hará cuidarnos fuera de ella.

El Ayuntamiento llama a la cooperación y a la responsabilidad de los ciudadanos, no quiere prohibir, solo recomendar. Si prohíbe, necesita policías que nos controlen a todos, y no tienen tantos. Cuando recomienda, nos pone a todos frente a una gran oportunidad: la de demostrar que si bien es

IMPOSIBLE controlarnos, haremos POSIBLE que no sea necesario...


Share this article: